Qué hermoso relato…considero que es una lectura que lo mismo es para un niño que para un adulto, pero cada uno de nosotros podemos otorgarle el significado dependiendo de la edad y etapa en que lo lees.
Si eres un niño te divierte pensar en el príncipe que vive solo en su pequeño mundo con sus seres imaginarios y cuidando un bello rosal, pero ya mayor esas cuestiones adquieren un significado diferente. Los relatos que hace el autor son maravillosos.
El asteroide, los volcanes, la rosa, pasa días y días cuidando de ellos, cuidando su crecimiento, hasta que un día decide abandonarlo, es cuando realmente empieza las reflexiones y cuestionamientos de explorar otros mundos, es una excelente metáfora, es una obra atemporal, nos demuestra lo que pasa cuando las personas se convierten a adultos, las cosas “importantes” de los adultos, la etapa en la que el principito se da cuenta que ¡su rosal no es único! El sentido verdadero de la amistad que conoce con el zorro. El cordero, la boa, el elefante, la serpiente y la caja, un sinfín de vivencias y personajes que hacen que este libro a chicos y grandes y por generaciones alguna vez nos haya robado el corazón, y que nos invite a leerlo nuevamente.
“Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos”.
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